La soledad, si bien puede ser silenciosa como la luz, es, al igual que la luz, uno de los más poderosos agentes, pues la soledad es esencial al hombre. Todos los hombres vienen a este mundo solos y solos lo abandonan.
Thomas de Quincey. 




Estoy en un mundo, quizá no en el mapa,
quizá en mi cabeza está, 
o quizá no esté jamás.
Todo es negro, a veces blanco
pero, ¿siquiera recuerdo cuál es cuál?
Río por lo bajo, pero nada se escucha...
ya no oigo la risa, el llanto, un pajarillo silbante...
Solo el Silencio...
En este mundo no existen ríos que se devuelvan, 
no existe dios que lo contenga, 
no existe ya nada...
Solamente un vacío, algo tan enorme como un mar
que amenaza con ahogarme, con asfixiarme lentamente
arrastrándome al fondo, en donde duermen las sirenas, 
en donde los peces huyen del mal
y donde la luz del sol ya no se filtra....
Es un abismo pesado, estoy segura que lo logro sentir,
palpar...
No quiero avanzar porque será ir a oscuras
gateando, intentando levantarme pero de nuevo
cayendo al suelo por miedo a caer...
Me encojo de nuevo hecha un ovillo, deseando
morir, pero ni la Muerte viene por estos rumbos
desde que perdí una apuesta cuando joven....
El tiempo ya no es tiempo, lo etéreo ya no lo es
y yo ya no soy quien era antes.