Carta a Dalila

La razón no me ha enseñado nada. Todo lo que yo sé me ha sido dado por el corazón.
Leon Tolstoi.

Dime Dalila, ¿qué te ha pasado?
Parece como si tu rostro se hubiera drenado...
Como esos verdes campos que han sido quemados, así los hilos que sujetan tu sonrisa han sido cortados...
Dime Dalila, ¿qué sientes?
Lo último que supe de ti era que no tenías corazón.
¿Quién ha sido el culpable de semejante cosa?
Debes sentir un vacío, un hoyo oscuro allá donde entra en juego la razón.

Cuéntame, ¿qué estás haciendo?
Deja de darte golpes en el pecho
La roca no puede durar para siempre y no hay pecho que la aguante.
Me han contado que lloras por las noches...
Dime, Dalila, ¿cuántos litros has recolectado?
Esa herida mortal, de quince puntadas, linda Dalila, no tiene sanación, no tiene cura.
Te gusta el teatro, así que dime, Dalila ¿cuántas máscaras has usado?
Innumerables cartones fríos, pintados con sonrisas falsas...contéstame, Dalila, si alguna vez he visto tu rostro verdadero.

Y sé que has pensando en la muerte, Dalila...Las marcas en tu rostro lo delatan.
No contemples la muerte como una amiga, Dalila...Porque Ella no lo es.

¿Qué pasó con aquella sonrisa?
Vientos del oeste, quizá los culpables...
Llévate estas marchitas flores, llévate la culpa que siente la pobre Dalila.

Deja escapar esa pobre ave, dulce Dalila
Las aves necesitan volar, no pueden estar encerradas...
Deja que vuele, libre, fuera de tus garras.

Presagios y augurios misteriosos rodean tu vida
Oh Dalila...Porque nadie es eterno, nadie dura más de un segundo...

Quizá ya va siendo hora de que tú te vayas, dulce alma en pena.
Deja la luz entrar a tu habitación, deja el aire fluir...Deja la sangre subir, deja que esta vida se vaya....